Miles de preguntas, quejas y reclamos flotan por las redes sociales diariamente, algunas llegan a calar tanto que pueden poner a tambalear una institución o personalidad.
Esas quejas y opiniones son comentarios que también circulan en nuestra cotidianidad, por ejemplo cuando un taxista recibe a cada pasajero con el saludo de buenos días y paso seguido la pregunta por el tema del día: “Definitivamente la salud en este país está llevada, ¿usted qué opina caballero?…”
Conversaciones como estas abordan temas de debate nacional y local y se replican en una red de opiniones voz a voz, que llega a las familias, a las cafeterías, a las oficinas de trabajo, etc. Asuntos que al mismo tiempo se están movilizando por los medios de comunicación.
En el mundo digital sí que es evidente que un usuario replique y “le copie” a otro y se genere una espiral de opiniones. Es la facilidad de comunicación virtual que ofrecen las redes sociales, donde el ciudadano de a pie, hoy en día, puede ingresar a internet y contar su punto de vista.
Una situación donde las entidades o las figuras públicas tienen la responsabilidad responder, ser transparentes y rendir cuentas a la sociedad que se manifiesta, como lo exigen por ejemplo, las políticas de Gobierno en Línea.
Es aquí, donde la labor de los Comunity Manager es inagotable, porque en su gestión tiene la tarea de responder con rapidez y eficiencia a los usuarios dejando en alto el nombre de la organización para la cual trabaja. La misión de que los usuarios también “copien” de la credibilidad que debe generar una marca.
En el gremio de los taxistas seguirán circulando diálogos. Por el radio teléfono sus colegas se mantienen muy informados y reportan novedades , de ahí que la pregunta constante durante un trayecto en viaje sea siempre la misma: ¿base, me copia? Tks…